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Black Panther y la CÍA estadounidense: ¡Spoilers!
Importante: Este artículo contiene numerosos y flagrantes spoilers, si no
has visto la película no sigas, te estropeará la trama.
"No es mi intención echar tierra sobre la película del año que tanta ilusión despierta en una audiencia necesitada de roles afro positivos"
Al salir de ver Black Panther, en familia, tuve la tentación de hacerme un selfie haciendo la X de Wakanda con los brazos, lo hice, pero me arrepentí enseguida y no sólo porque no tengo ya edad para esas cosas. La verdad es que desde los primeros minutos no tenía nada claro que esta película fuese algo con lo que podría yo identificarme. De hecho, el gesto de los Panteras Negras como es bien sabido es el puño derecho del Black Power alzado, pero… ¿qué significa esa X? ¿Es un homenaje a Malcolm X? Lo dudo, más bien se diría que es una simple W.
Cartel de la película, fuente: Wikipedia
No es mi intención echar tierra sobre la película del año que tanta ilusión
despierta en una audiencia necesitada de roles afro positivos, más allá de los
estereotipos del esclavizado, “la criada”, el graciosillo, el criminal y otros
mucho peores. Valoro sin duda en Black Panther que se desprenda de todo eso, por mucho que no me
parezca una buena película en los aspectos de guion y trascendencia artística,
no hay duda de que lo más destacable son las implicaciones sociales y políticas
del film. Black Panther confronta dos visiones acerca de la revolución africana
y negra. La visión digamos, colaboracionista o posibilista, que es encarnada en
el rey de Wakanda T'Challa y sus acólitos y la visión radical que está
representada por N'Jadaka, también conocido
por el auto-sobrenombre de Erik Killmonger. El eterno y no por manipulado menos
interesante dilema del “negro del campo” o “Cimarrón” y el “negro de la casa” o
“Tío Tom”.
"Es curioso observar pues cómo los radicales, es decir los Black Panthers... ...se han convertido aquí en los moderados"
Al final, (y atención con el gran spoiler que viene), vence T'Challa y
N'Jadaka muere a manos de éste, en una repetición generacional de lo que habían
hecho sus respectivos padres en el pasado. La cuestión es que, tanto N'Jadaka,
el supuesto villano, como su padre mueren por intentar una revolución radical
Afro y es la monarquía de Wakanda quien les ejecuta. En fin, la
eterna lucha entre “rencorosos” e “integracionistas”, aunque un poco cambiada,
la verdad.
Los auténticos panteras negras, Partido Panteras Negras Para la Autodefensa, fuente: Flickr State Governors’ Negative Collection, 1949-1975, Washington State Archives.
Aunque Stan Lee, afirmó que la creación del personaje y la del Partido Panteras Negras son una coincidencia, el caso es que antes de su fundación en Oakland en octubre de 11966 EH (1965 EC), el partido y su logo ya existían en 11965 EH (1965 EC), varios meses antes de la primera aparición del personaje en julio de 11966 EH (1966 EC).
Independientemente de lo anterior, es obvio que había una concomitancia entre ambas realidades y necesariamente los hechos políticos han influido en el desarrollo de la historia en el cómic y ahora en el cine. Resulta, por ejemplo, interesante saber que el principal grupo rival del Partido Panteras Negras en los EEUU de los 60 y 70, dentro de la comunidad, fue el movimiento del afrocentrismo ideológico, que propugnaba, y propugna, una re-africanización cultural pero no política. Es curioso observar pues cómo los radicales, es decir los Black Panthers en los que se basa la idea original de la película, un movimiento maoísta, poco africano en sus estéticas originarias, se han convertido aquí en los moderados, por mucho que se hayan africanizado. Quizás una indagación más profunda nos podría llevar a descubrir una estrategia del gobierno estadounidense en todo eso, sólo digo; "quizás". El youtuber Gazi Kodzo es mucho más explícito al respecto. (A partir del minuto 10:25)
Independientemente de lo anterior, es obvio que había una concomitancia entre ambas realidades y necesariamente los hechos políticos han influido en el desarrollo de la historia en el cómic y ahora en el cine. Resulta, por ejemplo, interesante saber que el principal grupo rival del Partido Panteras Negras en los EEUU de los 60 y 70, dentro de la comunidad, fue el movimiento del afrocentrismo ideológico, que propugnaba, y propugna, una re-africanización cultural pero no política. Es curioso observar pues cómo los radicales, es decir los Black Panthers en los que se basa la idea original de la película, un movimiento maoísta, poco africano en sus estéticas originarias, se han convertido aquí en los moderados, por mucho que se hayan africanizado. Quizás una indagación más profunda nos podría llevar a descubrir una estrategia del gobierno estadounidense en todo eso, sólo digo; "quizás". El youtuber Gazi Kodzo es mucho más explícito al respecto. (A partir del minuto 10:25)
Black Panter fue el primer súper héroe negro, y además africano, de la
factoría Marvel. Su primera aparición se produce en 11966 EH (1966 EC) con los
Cuatro Fantásticos. Sus creadores Stan Lee (dibujante) y Jack Kirby
(guionista) y sus posteriores desarrolladores Don McGregor y Rich
Buckler, no son ni africanos ni negros, sólo a partir de finales de los
noventa de la centuria 119 EH (siglo veinte EC) se produce la participación del
guionista afro Christopher Priest, en su desarrollo. Todo esto no
tendría mayor importancia si no tuviésemos en cuenta la infracontratación de
personal afroestadounidense en todo tipo de industrias incluida la del cómic.
Resulta paradójico que ni siquiera para un personaje Afro, hubiese
inicialmente dibujantes o guionistas negros detrás. Este hecho se repite en el
caso de Falcon (El halcón), obra de Stan Lee (guionista) Gene Colan
(artista) y también en el caso de Luke Cage (Powerman), creado por Roy
Thomas, Archie Goodwin y John Romita Sr.
Esto, como es lógico, es la causa de un gran número de lugares comunes en
las primeras tiradas de estos personajes. En la película, inteligentemente, han
sido cambiadas muchas de esas cuestiones peliagudas del cómic. Yo lo leí de niño
y no me gustó en absoluto. Me resultaba chocante que uno de los enemigos de
T'Challa, M'Baku, fuese llamado Man-Ape, o sea "hombre-mono", ya
sabes... no eran cosas como para alegrarse mucho. Afortunadamente en la
película han sabido reírse de todo eso. Pero lo que menos me gustaba del cómic era
la afición del T’Challa a unas extrañas plantas Wakandeanas con forma de corazón, sólo por este hecho,
sentía yo aversión por el personaje pues consideraba que "tomaba
drogas". En efecto esas flores "rituales" que consume en la película
sólo de vez en cuando, en el cómic eran plantas que consumía de forma frecuente y su
transformación sonaba demasiado a droga como para que yo, criado en
la total aversión a cualquier sustancia estupefaciente, lo aprobase.
"...el único personaje blanco con connotaciones aparentemente positivas; “casualmente” es un agente de la Agencia Central de Inteligencia CIA"
La cuestión es que el tema de las drogas en el movimiento Black Panther no es precisamente un asunto para tomarse a la ligera. Obviamente fueron una herramienta para su destrucción, quizás un antecedente de lo sucedido en los años 80 en el País Vasco, con evidentes precedentes en la alcoholización de los Abyayalenses del norte (nativos americanos) a finales de la centuria 118 EH (siglo diecinueve) y principios de la 119 EH (siglo veinte), una vieja “arma química”. El ver a un personaje tomar una planta “mágica” que le vuelve súper poderoso, me sonaba ya en la adolescencia a peligrosa manipulación, aunque es posible que esta idea del cómic fuese anterior a la triste realidad de la intoxicación del Partido Panteras Negras.
La cuestión es que el tema de las drogas en el movimiento Black Panther no es precisamente un asunto para tomarse a la ligera. Obviamente fueron una herramienta para su destrucción, quizás un antecedente de lo sucedido en los años 80 en el País Vasco, con evidentes precedentes en la alcoholización de los Abyayalenses del norte (nativos americanos) a finales de la centuria 118 EH (siglo diecinueve) y principios de la 119 EH (siglo veinte), una vieja “arma química”. El ver a un personaje tomar una planta “mágica” que le vuelve súper poderoso, me sonaba ya en la adolescencia a peligrosa manipulación, aunque es posible que esta idea del cómic fuese anterior a la triste realidad de la intoxicación del Partido Panteras Negras.
Fragmento del documental: "Panteras Negras Todo elPoder Para el Pueblo" en el que se habla del uso de las drogas como arma secreta
Por ello resulta particularmente perturbador Everett K. Ross el único personaje blanco de importancia con connotaciones aparentemente
positivas; “casualmente” es un agente de la Agencia Central de Inteligencia CIA. El personaje fue creado en el cómic por el mencionado
Christopher Priest, que firmaba como Jim Owsley, quien
declaró que: "Para que Black Panther tuviese éxito creí necesario
colocar un personaje blanco en el centro de la historia que representase todas
las concepciones erróneas de los blancos sobre el personaje".
(Fuente: Newsarama) Dicho sea de
paso Jim Owsley tuvo que abandonar Marvel porque constantemente se manipulaban
sus ideas.
En la película Everett K. Ross (nuevo gran
spoiler) no es un personaje menor. Es el encargado, por la hermana de T’Challa
de destruir las armas de Wakanda que iban a servir a los propósitos
revolucionarios, afroimperialistas nos quieren hacer creer, de N'Jadaka (Killmonger).
Finalmente, el agente secreto es el que guía a la monarquía de Wakanda por la
senda de las Naciones Unidas y la “concordia de los pueblos”, algo sobre lo que,
aparentemente, nadie puede estar en desacuerdo, si no fuese por esa mirada final
complaciente e inquietante del agente de la CÍA que nos dice: “ahora todo está atado y bien atado”.
Todos y todas sabemos que concordia y justicia social son dos conceptos
diferentes.
"La similitud, quizás casual, de Basutolandia con Wakanda va más allá de los paisajes. Basutolandia, nunca fue oficialmente una colonia..."
Casas de Lesoto en invierno, autor: Di.Malealea, fuente: Flickr
Aunque sería muy aventurado establecer paralelismos históricos demasiado
serios, el hecho es que gran parte de la estética de Black Panther se
corresponde con el reino de Basutolandia, actual Lesoto, un país
montañoso en el que la nieve es habitual en agosto, como corresponde al
hemisferio sur. La similitud con Wakanda va más allá de los paisajes. Basutolandia,
nunca fue oficialmente una colonia, sino un aliado y un protectorado de Gran
Bretaña junto con otro país del extremo sur africano, Swazilandia. Para lograr
ese estatus el rey basuto Moshoeshoe primero, tuvo que enfrentarse con los
británicos y con los boérs y hacer uso de la diplomacia perdiendo gran parte del
territorio de su reino para lograr una alianza estable con el Imperio
Británico.
Un personaje fundamental de la historia de Basutolandia fue el
misionero protestante francés Eugène Casalis, consejero del rey, cuyas
concomitancias caracterológicas con Everett K. Ross no dejan de sorprender. Sin
embargo, lo interesante del asunto es mantener la idea de que hay colonos malos,
los boérs representados por el personaje de Ulysses Klaue y “colonos buenos”; los británicos
en este caso sus hijos los angloestadounidenses, representados por Everett K.
Ross. La alianza de Basutolandia con el Reino unido le llevó a participar junto
con los británicos en la guerra contra el imperio Zulú de Chetswayo. A partir
de entonces Lesoto sería respetado como un buen alumno del nuevo orden mundial
de finales de la centuria 119 EH (siglo diecinueve).
"África tiene el vibranium auténtico, el Coltán, además de otros muchos minerales estratégicos, pero eso no supone su empoderamiento, porque el empoderamiento nace de la actitud..."
Mina de coltán en Rubaya RDC fuente Wikimedia commons.
Claro que lo que más gusta de Black Panther al público Afro, es Wakanda. La
desmitificación de la idea racista de la supuesta “torpeza africana” para la
ciencia se muestra en todo su esplendor en una avanzada sociedad tecnológica creada
por personas negras, aunque sea necesario inventar que si no fuese por el “vibranium”
(material extraordinario de origen extraterrestre) nada de eso hubiese sido
posible. Haré un inciso para recordar que ese tipo de materiales
extraordinarios en realidad han sido y son la perdición de
África. África tiene el "vibranium"auténtico, el Coltán, además de otros muchos minerales estratégicos, pero eso no supone su empoderamiento, porque el empoderamiento nace de la actitud, actitud política, la actitud de N'Jadaka, que es lo que se critica en la película.
Sin embargo sin duda ese mundo Afro tecnológico, casi afro-futurista, junto con el empoderamiento femenino (nunca completo) de las guerreras de Wakanda basadas en las amazonas de Dahomey de las que ya hablé en un artículo publicado en la revista Nsibidi, tiene por objetivo hacer una necesaria concesión, para fascinar a niñas, niños y jóvenes y atraer al público afroestadounidense hacia una relectura de su historia desprovista de supuestos “rencores”. Del mismo modo que Everett K. Ross tiene que ser necesariamente un hombre desprovisto de prejuicios raciales, dispuesto a aguantar cualquier chiste que se haga del él por el hecho de ser blanco, y por eso N'Jadaka tiene que ser un tozudo “rencoroso” que se acuerda de las y los esclavizados hasta en su último momento de su vida. Así quizás, de la mano del gobierno estadounidense, se olvide toda esa historia del horror, el abuso, la esclavización, la colonización y el neocolonialismo. ¿O no?
Black Panther es, no me cabe duda, un intento de mentorizar a la comunidad afro, una clarísima utilización de elementos de la historia y cultura africanas, tanto de África como de su diáspora, con un objetivo social “enseñar el camino a seguir”, lo que está bien y lo que está mal según el criterio occidental, por supuesto. Porque, como nos enseña sabiamente Michael Moore en su "historia breve de los Estados Unidos", el mayor miedo del estadounidense medio es que las africanas y africanos se tomen la revancha por 300 años de esclavitud y 150 de racismo; razón por la cual nunca se desprenden de sus queridas armas.
Sin embargo sin duda ese mundo Afro tecnológico, casi afro-futurista, junto con el empoderamiento femenino (nunca completo) de las guerreras de Wakanda basadas en las amazonas de Dahomey de las que ya hablé en un artículo publicado en la revista Nsibidi, tiene por objetivo hacer una necesaria concesión, para fascinar a niñas, niños y jóvenes y atraer al público afroestadounidense hacia una relectura de su historia desprovista de supuestos “rencores”. Del mismo modo que Everett K. Ross tiene que ser necesariamente un hombre desprovisto de prejuicios raciales, dispuesto a aguantar cualquier chiste que se haga del él por el hecho de ser blanco, y por eso N'Jadaka tiene que ser un tozudo “rencoroso” que se acuerda de las y los esclavizados hasta en su último momento de su vida. Así quizás, de la mano del gobierno estadounidense, se olvide toda esa historia del horror, el abuso, la esclavización, la colonización y el neocolonialismo. ¿O no?
Black Panther es, no me cabe duda, un intento de mentorizar a la comunidad afro, una clarísima utilización de elementos de la historia y cultura africanas, tanto de África como de su diáspora, con un objetivo social “enseñar el camino a seguir”, lo que está bien y lo que está mal según el criterio occidental, por supuesto. Porque, como nos enseña sabiamente Michael Moore en su "historia breve de los Estados Unidos", el mayor miedo del estadounidense medio es que las africanas y africanos se tomen la revancha por 300 años de esclavitud y 150 de racismo; razón por la cual nunca se desprenden de sus queridas armas.
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